Ruido y Aprendizaje
domingo, 9 de octubre de 2022
martes, 1 de febrero de 2022
jueves, 27 de enero de 2022
domingo, 3 de mayo de 2015
Ruido y Aprendizaje
"LOS
EFECTOS DEL RUIDO SOBRE LA SALUD, EL LENGUAJE Y EL APRENDIZAJE ESCOLAR"
Por: Néstor Antonio Pardo Rodríguez
Terapeuta del Lenguaje / Fonoaudiólogo
Universidad Nacional de Colombia
fonoleng@gmail.com
PALABRAS PRELIMINARES
La familia y
la escuela, como toda institución social,
son sistemas de comunicación. A su vez, las habilidades lingüísticas y
comunicativas constituyen el fundamento de todo aprendizaje y un prerrequisito
esencial para un buen desempeño académico, para desarrollar habilidades sociales,
para llegar a ser ciudadanos responsables y desempeñarse productivamente en el
mundo del trabajo.
El Terapeuta
de la Comunicación / Fonoaudiólogo se encarga, entre otras alternativas, de
contribuir a la optimización de las competencias comunicativas de todos las
personas, partiendo desde los bebés; prevenir el desarrollo de desórdenes
comunicativos, atender a los estudiantes, cuyo progreso educativo, social y/o
personal, es afectado adversamente por dificultades comunicativas (desórdenes,
retrasos o variaciones); investigar las relaciones entre los procesos
comunicativos del hombre, normales y alterados, y los procesos educativos: y
ofrecer asesoría a todos los miembros de la comunidad educativa y general.
Durante una conferencia de prensa en Parliament Hill, la Asociación Canadiense
de Habla y del Lenguaje patólogos y audiólogos (CASLPA) alertó a los padres de
que un ruidoso salón de clase puede afectar a la capacidad de un niño para
aprender. Este es el tema a desarrollar: La Relación entre Ruido y Problemas de
Aprendizaje, Audición y Salud en General.
RUIDO, LENGUAJE Y CALIDAD
DE VIDA
Entre los muchos estudios publicados recientemente se ha
encontrado que muchas aulas (la mayoría en Latinoamérica) poseen mala calidad
acústica y que los niños a menudo trabajan en el aula soportando niveles
superiores a la norma y peligrosos para su salud. (Rubin, Flagg-Williams
Russell y Aquino, agosto de 2007).
"Es esencial para los padres saber que el ruido en las aulas
tiene el potencial de afectar negativamente el aprendizaje de los niños,
especialmente para los niños con problemas de aprendizaje, pérdida de audición
o de los que aprenden un segundo idioma", indica André Lafargue, audiólogo
de New Brunswick "y lo que es más importante, que puede mejorarse la acústica
en el aula a fin de maximizar el aprendizaje."
Terapeutas de la Comunicación / Fonoaudiólogos advierten a los profesores que, en virtud de las condiciones
acústicas pobres, deben ajustar su discurso para no afectar su voz y los
estudiantes puedan comprenderlo.
Si existe un problema de escucha durante el primer año de vida antes de
que el niño adquiera las funciones motoras; puede afectar el desarrollo
posterior del lenguaje. Así mismo, puede ser la causa de un retraso, lentitud o
torpeza para sentarse, pararse, gatear y caminar.
Es necesario saber que los niños pequeños, que aún no comprenden bien
los mensajes lingüísticos, son extremadamente sensibles a la manera en que
estos mensajes son expresados. Así pues, la entonación y la inflexión de la voz
se vuelven muy importantes. La misma información puede ser
"traducida" por el niño en formas muy distintas de acuerdo a cómo fue
dicha. "Dame eso", puede ser dicho de muchas maneras; algunas invitan
a que el niño obedezca alegremente, y otras, en cambio, pueden provocar un
rechazo total.
El ambiente sonoro tiene mucha influencia sobre la capacidad de
escuchar, porque el niño "se entrena" a escuchar los sonidos que
percibe o sea a enfocar su atención sobre lo que desea. Esto significa que los
sonidos distorsionados y/o saturados emitidos por radios o grabadoras de mala
calidad pueden afectar gravemente la habilidad de escuchar del niño.
Si el medio sonoro es demasiado fuerte, el niño se ve obligado a
protegerse y deja de escuchar. El efecto negativo de los sonidos fuertes es
independiente de la calidad del receptor.
La televisión también puede ser perjudicial para el desarrollo de la
capacidad de escuchar. Cuando esta encendido el televisor, nadie más habla en
casa; se interrumpe la comunicación y la motivación para comunicarse. Además,
el niño "ve" la televisión: no necesita escuchar con cuidado para
comprender la información. Esta solución tan fácil es quizás la razón por la
cual la televisión es tan popular entre los niños.
Muchos niños de nuestra actual era presentan limitaciones en sus
capacidades para aprehender la información auditiva, debido a la interferencia
del ruido en los hogares, las guarderías, los centros de estimulación y
colegios. Más allá de los obvios problemas asociados con la pérdida auditiva,
están aquellos que involucran el procesamiento de la señal del habla
(abstracción u organización de la información). Parece que tales niños
adquieren el lenguaje más lentamente y por lo general experimentan también dificultades
al aprender a leer (deHirsch, 1961; Menyuk, 1976).
Además
el grueso de la población está comenzando a sufrir trastornos auditivos. Esto
se ve reflejado en la necesidad que tienen de subir el volumen al televisor,
hablar en voz más alta de lo normal y solicitar a menudo que les repitan las
instrucciones.
Por
otra parte, los niños que duermen en ambientes ruidosos pueden estar
excesivamente cansados para rendir en el colegio al día siguiente y serán
incapaces de realizar adecuadamente sus tareas cotidianas. Si la situación se
prolonga, el equilibrio físico y psicológico se ven seriamente afectados. En
ciertos casos las consecuencias serán duraderas, por ejemplo, los niños
sometidos a altos niveles de ruido durante su edad escolar no sólo aprenden a leer
con mayor dificultad sino que también tienden a alcanzar grados inferiores de
dominio de la lectura.
En
la mayoría de salones de clase de América Latina, la clasificación de la
inteligibilidad de la voz es del 75% o menos inclusive. Esto quiere decir que los estudiantes con capacidad
auditiva normal sólo entienden el 75% de las palabras escuchadas y leídas.
Es decir, una de cada 4 palabras que emite el profesor, 1 no se capta, ni se
entiende. Está es la realidad que enfrentan los estudiantes de un alto porcentaje
de colegios, escuelas y universidades en todo el país.
En
zonas cercanas a aeropuertos o con tráfico continuo de aviones, por cada cinco
decibelios de ruido aéreo los niños pueden retrasarse hasta en dos meses su
edad de aprendizaje
Observamos que
los salones que dan a la calle tienen un factor dispersante importante y los
niños una mayor inquietud, incidiendo directamente en el área educativa, ya que
se altera la comunicación, sobre todo con los ruidos de impacto, tales como
bocinas, caños de escape libres, propaganda callejera, etc.
Los
estudiantes también elevan el volumen de su voz, los maestros deben repetir
reiteradas veces su mensaje, con el consiguiente esfuerzo vocal y pérdida de
tiempo. Algunos maestros presentan disfonías o ronqueras frecuentes.
La
sensación de malestar procede no sólo de la interferencia con la actividad en
curso o con el reposo sino también de otras sensaciones, menos definidas pero a
veces muy intensas, de estar siendo perturbado. Las personas afectadas hablan
de intranquilidad, inquietud, desasosiego, depresión, desamparo, ansiedad o
rabia.
Es
evidente que cuando la realización de una tarea necesita la utilización de
señales acústicas, el ruido de fondo puede enmascarar estas señales o
interferir con su percepción. Por otra parte, un ruido repentino producirá
distracciones que reducirán el rendimiento en muchos tipos de trabajos,
especialmente en aquellos que exijan un cierto nivel de concentración. En ambos
casos se afectará la realización de la tarea, apareciendo errores y
disminuyendo la calidad y cantidad del producto de la misma.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DE INTERNET
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Nursing Spectrum
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